Enamorada y sola.

Mal viaje.

Publicado por Alter Ego de Alguien. , sábado, 18 de enero de 2014 15:34

Era miércoles. el primer día de año. Era de madrugada y mi dealer y Diego estaban tirados en el suelo, junto a ellos había una píldora, no sabía de que era pero me la tragué, Isabel se fumaba ultimo cigarrillo de la caja, me acerque a ella y le dije "¡Feliz año puta, te quiero!. Ojalá te largues a España". Luego ella me respondió "Contigo nunca se sabe, no se si me alaga o me ofende". Maldita perra, no aguanta nada. 
Mire al otro lado de la habitación y me di cuenta que al lado de de vecino dormía una chica de unos diecisiete años, no se si por casualidad, pero el teléfono de Diego empezó a sonar, recuerdo que la canción que sonaba era "no no no" de los yeah yeah yeah; el asunto es que ella despertó, pero era la niña más guapa de la sala, no sabía si el purple syrup que me tomaba hace muchas horas, todavía tenía efecto, pero era realmente bonita. me acerque a ella y le deseé un feliz año y la abrace, ella sonrió y yo no podía cree que tenia la sonrisa más hermosa del mundo, no pude evitarlo y la besé. 
Me levanté y le dije a Isabel que moviera su esquelético trasero del sofá, tomó su abrigo y se retiró de la sala. 
Regresé por la chica, y nos fuimos al sillón, un beso forzado, muchos "te quiero" fueron suficiente. sólo recuerdo que le decía que era lo mejor de la fiesta, supongo que se creyó todo lo que le dije, luego de todo eso, se dio una mega fiesta de sofá entre yo y ella. Juro que ese día me enamoré de ella.  Sólo recuerdo que el tiempo se convirtió en caricias y besos de cruda de las típicas fiesta de Edgar.

¡¿Qué se esperaba?! Era Edgar, el gran Edd. Las risas de Alejandra y Diego me despertaron a las cinco de la mañana, ella ya no estaba. Vi mi celular, pero lo único que encontré eran mensajes y buenos deseos de tuiteras que no he tenido el placer de conocer y claro, de mi señora madre diciendo de cosas que no era precisamente buenos deseos. En ese momento lo único que me pregunte, era a donde carajo se fue ella, quien era y como se llamaba.

Juana: -¿De qué se ríen? 

Diego y Alejandra: - No, de nada.

Juana: - Pareciera que se burlan de mi, pendejos.

Alejandra: - Oye Juana, tengo una pregunta ¿Tu fuiste la que se metió la pildorita que estaba en la mesa?

Juana: - Sí ¿Qué era?

Diego: - Es que si eres pendeja, era un foxy.

Juana: - ¿Qué chingados es eso?

Alejandra: - Es una que te pone horny, bebé. Alucinas un chingo y esas cosas.

Juana: - Alejandra, ¡¿Eres idiota?! 

Alejandra: - Yo no me la trague. 

Juana: - Oigan, ¿vieron a la chica que estaba con el vecino?

Diego: - Que oso, no. A parte nadie invito a tu vecino. Sabes que odiamos a ese tipo. El no vino tontita.

Juana: - No, si estaba aquí, yo lo vi. Hasta tuve sexo con la que estaba dormida con el.

Alejandra: - Jajá, creo que el foxy te ha jugado sucio. 

Juana: - Es verdad lo que digo, se los juro. Hasta me enamoré. 

Diego: - Entonces era cierto lo que Kevin e Isabel me contaron. Te estabas masturbado y te valió mares que ellos estuvieran despiertos.

Juana: - ¿De qué estás hablando? Yo la tuve cerca de mi, la abrace, la besé y todo. No estoy o estuve drogada, aparte creo que la pastillita era un dulcito nada más. Ustedes ni la vieron por andar de idiotas.

Alejandra: ¡Meh! Como quieras, después de todo tal vez fuiste la única que cogió hoy. contigo misma pero cogiste.

Nunca me había molestado tanto con ellos, así que para relajarme me fumé un gallo, después dormí y simplemente no podía aceptar que todo lo que paso no fue real.
Desperté, salí de la casa de Edd, iba caminado en medio de la calle en la soleada mañana, ya no era miércoles de gloria, ya no era un nuevo año, destrocé mi mente disolviéndola en pequeños recuerdos inexistentes.