El puente de las vacas me pertenece.

Publicado por Alter Ego de Alguien. , domingo, 20 de octubre de 2013 15:29

De niña solía ver el puente de las vacas en la ventana del carro de mi papá .  Un día decidí seguir la vía férrea, misma que se internaba en zona 6, nada me detenía hasta que encontré una señora que me dijo que el lugar era arriesgado para alguien de mi edad, que podía encontrar algo peligroso o algún durmiente podía caer, estaban demasiado separados uno del otro y la probabilidad que pasara algo me aterró. Un puente de más de 100 años de antigüedad suspendido en el aire a más de 200 metros de alto. desafiaba toda lógica... Tenías 11 años, el miedo me venció y retorne.
Años después, volví a recordar aquella experiencia, la cual aun tenia ganas de realizar. Le dije a unos amigos que fueran conmigo a caminar el puente terrorífico, abandonado y de paso tomaríamos unas fotos de recuerdo.
Era un  fin de semana, en el lugar se encontraba  muy poca gente, entramos a un sector en donde vivía gente pobre, las casas eran de lamina y alcance a ver que había una de adobe; luego nos adentramos a un sector completamente desolado, antes del puente lo único que se encuentra es pasto entre los arboles y una especia de cueva echa de ramas, no entramos a la cueva por miedo que hubiese algo o alguien allí. Finalmente llegamos al principio de lado de zona seis, lugar perfecto para meditar o hacer cualquier tontería o fumar mota, por que no hay ni un alma en el lugar. comenzamos a caminar pero el principio fue difícil porque la señora que me había encontrado años anteriores no me mentía, los durmientes estaban un poco separados, tal vez ella exagero un poco, conforme yo caminaba en el puente,  perdía lo terrorífico y ese pensamiento absurdo que yo tenia, se estaba agotando.
Mis dos amigos suicidas  de viaje iban delante de mi, ellos iban viendo los durmientes como yo lo hacia también pero yo me tomaba el tiempo para ver alrededor y apreciar la vista que hay en aquel lugar abandonado, se que casi nadie va a caminar allí y es por eso que tome mucho cariño al lugar.  Llegamos al centro del puente, el puente de al lado se veía diminuto, decidimos sentarnos para verlo todo, el cielo se veía despejados, sin cable eléctricos que molestaran nuestra vista, el aire era refrescante, y nadie le tenia miedo a la altura del lugar, mire hacia abajo y los autos de la calzada la paz eran pequeños. Nos levantamos satisfechos con lo que habíamos visto en el lugar, tomamos nuestras fotos y retomamos en camino.
Conforme avanzábamos los durmientes se separaban cada vez más, no fue algo que nos diera miedo, estábamos muy confiados con cada paso que dábamos que ya habíamos olvidado lo mucho que avanzamos, llegamos al final del puente volvimos a estar otro rato para verlo todo por ultima vez, finalmente seguimos nuestro paso.
Yo veía al suelo mientras ellos caminaban, después del puente todo sigue siendo desolado, uno de mis acompañantes agrego "el lugar es perfecto para cometer un asesinato" yo pensaba lo mismo, así que él y yo vimos hacia atrás para asegurarnos que solo estuviésemos nosotros tres. Seguimos el camino, tomábamos foto a cada paisaje abandonado que veíamos, yo veía hacia abajo, me daba cuenta que la vía férrea seguía, medio mucha curiosidad por saber que encontraría si seguía el camino.
No continuamos con el viaje, pero es algo que tenemos pendiente por hacer.

El puente de la vacas me pertenece, cada que no tengo a nadie se a donde ir, no me da miedo la delincuencia; total, esto es Guatemala.









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